Las tecnologías biológicas aeróbicas son actualmente las más eficientes y mejor estudiadas en cuanto a la degradación de la contaminación bioquímica de aguas residuales.
Los microorganismos de diferentes tipos, presentes en el agua, se encargan de convertir la materia orgánica contaminante en diferentes subproductos benignos. Para llevar a cabo esta tarea, los microorganismos requieren de oxígeno y del alimento, que en este caso, representan los mismos productos orgánicos contaminantes. Las diferentes tecnologías aplicadas en el proceso de tratamiento varían básicamente en la forma de suministro de oxígeno al agua y manejo de la masa de los microorganismos (biocultivo) activos en el proceso. Se pueden dividir en 2 grupos, tomando en cuenta el crecimiento de la biomasa.
El suministro de oxígeno al agua se lleva a cabo por medio de sopladores electromecánicos. La eficiencia del proceso depende de la cantidad de oxigeno que se disuelve en el agua. En la transferencia de oxígeno influyen varios factores – el tamaño de la burbuja, el tiempo de contacto, la temperatura, etc. El aire se inyecta al agua a través de diferentes tipos de difusores, por lo general, instalados en el fondo de los tanques. El tamaño de la burbuja, es uno de los factores importantes, depende de su construcción. Los tanques tienen una profundidad considerable, eso con el fin de lograr el tiempo de contacto largo, lo que lamentablemente, requiere una potencia extra de los sopladores, para vencer la presión del agua. Este factor encarece mucho la operación de las plantas de biocultivo en suspensión, o – lodos activados – como se conocen comúnmente. Los microorganismos se recirculan dentro de los tanques por medio de las bombas, para aprovecharlos en el proceso. Este tipo de tecnologías, en sus diferentes modalidades, se utiliza ampliamente y están bien estudiadas. Sin embargo, su operación es de costo elevado y demanda operadores altamente capacitados.
Una tecnología con la que inició la historia de tratamiento de aguas residuales en Inglaterra. Los microorganismos activos en el proceso actúan adheridos sobre una superficie definida, se expone al aire atmosférico y al agua tratada. Existen 2 variantes tecnológicas por medio de las cuales se alcanza el objetivo.